Tras la perfección que muestra en sus redes sociales se esconde un vacío que quiso compartir entre lágrimas con sus seguidores.
Aimee Song, o mejor conocida por su blog ‘Song of Style’ y una de las blogueras de moda más seguidas del mundo (tiene 4,6 millones de followers en Instagram) se derrumba y llora en su último vídeo en su canal de Youtube.
En el vídeo Song aparece en la semana de la Alta Costura de París, entre desfile y desfile, retocándose el maquillaje en el carro o mostrando sus espectaculares vestidos de firmas de lujo como Valentino. De repente, las imágenes idílicas y la música se detienen, y aparece la palabra “pause” (pausa) sobre un fondo rosado.
Lo que le sigue es una confesión en la que habla de la profunda tristeza que siente y lo duro que es fingir confianza y felicidad cuando en realidad se siente rota por dentro.
“Lo más complicado en lo que respecta a ser bloguera o mostrar mi vida al exterior es fingir siempre que estoy contenta… A veces me siento tan triste y tan rota por dentro… Especialmente en los últimos tiempos siento más tristeza cuando estoy con gente porque la vida de todo el mundo parece tan perfecta… pero luego me doy cuenta de que probablemente es lo que ustedes piensan de mi vida, así que por eso quería compartir esto”.
“A veces no soy feliz. Alguien me preguntaba cómo podía estar siempre tan segura de mí misma y la verdad es que lo fingía, estaba fingiendo todo el tiempo. No siempre, pero sí muchas veces. No me siento segura ni contenta, siento tristeza en mi interior”, cuenta sentada en el piso y apoyada en una pared.
Mira el video completo aquí:
La bloguera californiana es una de las favoritas de las grandes marcas y su perfil se caracteriza por compartir looks y conseguir miles de likes. Aunque aún no alcance las ligas de Chiara Ferragni, Forbes ya la señaló el año pasado como una de las menores de 30 años más influyentes del planeta, destacando los 4 millones de usuarios mensuales de su web o sus contratos con firmas como Lacoste o los grandes almacenes Bloomingdale’s (donde las fashionistas tienen acceso a la moda ‘hecha en Colombia’).
Tras la perfección que muestra en sus redes sociales –rodeada de las personalidades más top, o en rincones paradisíacos del planeta– se esconde un vacío que quiso compartir, por sorpresa y entre lágrimas, con sus seguidores.
Sin embargo ella misma asegura que no deben “preocuparse por ella” y que tras un día difícil, se está recuperando de lo que aún no se siente capaz de compartir (del todo)- sin referirse a un período de tiempo en específico y sin detalles confiesa haber sentido ganas de quitarse la vida en algún momento atrás. Cuatrocientas personas han comentado el vídeo que ya acumula más de 53 mil reproducciones. Además asegura no querer usar la palabra “depresión” a la ligera, "suelo ser una persona positiva, pero también me estoy dando cuenta que está bien sentirse triste".
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Y en un mundo obsesionado con la perfección, sus seguidores le han dado las gracias por su sinceridad, por mostrarse vulnerable y humana ante ellos y por ser tan “valiente de grabarse en vídeo diciéndole al mundo que no todo es tan maravilloso como parece en redes sociales”.
No es la primera vez que una influencer confiesa la cara menos agradable (y más oculta) de la exposición en Internet. Pocos días atrás la famosa youtuber Pautips habló acerca de sus trastornos alimenticios y lo difícil que ha sido tratar esta enfermedad siendo una figura pública.