Muchas de estas piezas están hechas de los materiales más exclusivos.
La reina Isabel II tenía una colección de joyas impresionante, tanto así que resulta imposible conocer cuántas poseyó específicamente. Asimismo, no se puede establecer la fortuna que cuesta porque no solo se tratan de piezas con los materiales más exclusivos, sino que tienen un valor histórico y simbólico incalculable, muchas de estas datan de los siglos XIX y XX.
Se estima que la monarca británica tenía a su disposición más de 300 joyas, entre las que se reparten broches, collares, pulseras, aretes, anillos, relojes, coronas y demás. Si bien tiene una gran variedad, hay unas que destacan más que otras por su exclusividad, te presentamos algunas de ellas.
Vale la pena recordar que el príncipe Carlos será el heredero de la colección de Su Majestad; sin embargo, debido a que muchas de las joyas son de mujer, será Camila quien las porte.
Corona imperial
Fue hecha en 1937 y el diseño fue inspirado en la corona de la reina Victoria en 1838. Pesa alrededor de dos kilos, mide más de 30 centímetros, está hecha a base de oro y la compone 2868 diamantes, 269 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas y cuatro rubíes. Asimismo, posee uno de los diamantes más grandes del mundo.
Collar Nizam de Hyderabad
Es tal vez la joya más cara que ha tenido la familia real británica a lo largo de la historia. Fue un regalo de bodas de Nizam de Hyderabad a la reina Isabel II y está hecho de diferentes diamantes y perlas, se cree que pesa más de 80 quilates. El collar no solo ha sido usado por Su Majestad sino, también por Kate Middleton.
Cullinan III y IV
Es uno de los broches más valiosos dentro de la colección y fue diseñado para la reina María en 1911. El Cullinan fue el mayor diamante hallado en toda la historia y pesaba más de 3000 quilates. Esta joya está hecha de la tercera y cuarta pieza de ese diamante, el cual también es conocido como Estrella del Sur.
Broche de diamantes Williamson
Este broche está hecho de un exclusivo diamante rosa que se encontró en una mina de Tanzania en 1974 y se trata de uno de los más extraños del mundo. Así como el collar de Nizam de Hyderabad, este también fue un regalo de bodas para la reina Isabel II.