Aseguran sufrir de “incontinencia verbal” y es por eso que cuentan sus vivencias en cada una de sus canciones. Las motiva la vida, el amor, y el desamor. “En especial, el desamor”, reitera Ashley, entre risas.
Recientemente lanzaron su album Primera fila, en el que reunen sus clásicos desde 2002. Cada uno con su propia historia, que evidencian su evolución y madurez a través del tiempo.
Hanna y Ashley Pérez Mosa crecieron en Lake Charles, un pequeño pueblo de Louisiana (Estados Unidos). Desde su infancia, su abuela las llevaba a la iglesia, en donde empezaron a cantar. Pero su maestro de canto fue quien las empujó a lanzarse al mercado musical.
En sus inicios, tenían muchos obstáculos. Eran un par de adolescentes que les gustaba cantar y jamás pensaron que su pasión se convirtiera en su trabajo. Querían tocar el cielo con las manos, pero su propuesta pop country era tan poco conocida, como acogida.
Sin embargo, decidieron ir en contra de los pronósticos negativos y a los 15 y 16 años grabar su primer disco. A partir de ese momento incursionaron en el mercado musical. Y no han parado.
“Éramos unas niñas, pero nos tocó conocer el amor, el desamor y vivir la traición”, cuentan. De allí ese tinte meláncolico de sus composiciones, que marca un sendero que con el tiempo conocieron y empezaron a plasmar en sus temas.
Cruzar fronteras fue su objetivo y, sin duda, lo han logrado.
“No somos las únicas locas que sufrimos por amor”
Con sus canciones, Ha-Ash no solo busca lograr el estrellato, sino conocer a otras mujeres que han sentido lo mismo que ellas. Así lo asegura Ashley, quien, agrega, su fin es “generar una empatía”.
“La música es nuestra forma de desahogarnos, de ser quienes somos”, adiciona Hanna.
De hecho, cuenta Ashley, su hermana “tiene una visión del amor diferente: es mas racional”. Y esto se evidencia al momento de componer, pues tienen que lograr un equilibrio entre el corazón y la razón. “Hanna es totalmente sana en sus emociones y yo soy un desmadre”, dice.
Asimismo, cuentan jocosamente, en ocasiones creen que su carrera puede ser contraproducente con los hombres. “Ellos saben que los delatamos en canciones, así que ya no van a querer andar con nosotras”.
La música como un medio para romper estereotipos
Lo que Hanna y Ashley tienen claro es que, si bien sus letras son inspiradas en hombres que han marcado su vida, no han sido indispensables para llegar hasta este punto de su carrera.
“Somos dos mujeres independientes, perseverantes y trabajadoras. Queremos romper esos estereotipos de educación que establecen que hay que conseguir un hombre para que te mantenga. Solo tienes que depender de ti y puedes llegar a donde quieras”.
“Así como amamos a los hombres, nos amamos a nosotras también”, concluyen.
El sencillo Perdón, perdón está inspirado en la última relación de Ashley. «Cuando corté con él, después de que me montó el cuerno, me marcó ardido y me dijo:"Quiero que sepas que le voy a dar el anillo a mi ex novia”», contó a Fucsia.co.