Pasó de seguir una dieta de 500 calorías diarias a amar sus curvas
La que niegue sentirse halagada cuando le dicen lo flaca que está, estaría mintiendo.
Sin embargo este no es el caso de la modelo Liza Golden-Bhojwani quien ha recibido todo tipo de comentarios positivos por haber ganado peso.
Ella decidió cambiar su vida en el clímax de su carrera como modelo.
Así lo cuenta en una publicación de una foto en redes sociales poniendo en evidencia su cuerpo antes y ahora.
La foto de la izquierda es ella durante su primera semana de la moda- la de la derecha es su cuerpo actual.
Liza tomó la decisión de sacrificar su profesión como modelo por la exigente dieta a la que debía someterse (además de la rutina de ejercicio).
En sus días como modelo de pasarela no consumía más de 500 calorías diarias.
Y así fue como un día mientras se preparaba su almuerzo (20 edamames al vapor) se desmayó.
Al despertar supo que ese sería su último día como esclava de la industria.
Apostó por una vida más saludable con la que no solo ganó peso, sino felicidad.
Sin embargo la que alguna vez fue una de las modelos favoritas de las casas de moda más prestigiosas terminó siendo rechazada en todos los castings.
Su último desfile fue con Dolce & Gabbana donde fue criticada por su supuesto sobrepeso, a pesar de que su cintura solo había incrementado tres centímetros.
Aún así, pasó de comer lo mínimo posible, a devorar una bolsa de almendras a finalmente poder disfrutar de comidas completas. Decidió empezar a darse gusto y comer todo lo que le antojaba (incluso varios croissants de chocolate durante la semana de la moda en París).
Aunque ella era más feliz, su cuerpo empezó a reflejar los kilos de más.
Y a pesar de haber tenido una exitosa temporada de desfiles, no logró conquistar su potencial por haber subido de peso.
Sintió que había perdido la batalla contra su peor enemigo, la comida.
Finalmente la industria le dio la espalda, pero Liza entendió que no podía luchar contra su propio cuerpo.
Se retiró completamente de la industria, emprendió un viaje espiritual a la India y terminó casándose con un hombre que conoció allá.
Ahora se dedica a posar para pequeñas marcas plus size, pero sobre todo a enviar mensajes positivos para todas las mujeres.
Admite que se ejercita cinco veces a la semana, pero a diferencia de antes, si se salta un día no sufre pues ahora se ejercita por su salud y no por su trabajo.
Y aunque en algún momento creyó que no estaba hecha para estar en portadas de revistas ni pasarelas, ahora siente que su propósito es compartir su historia.
“Yo merezco ser feliz y sentirme realizada- todas lo merecemos”.
Al igual que Liza, muchas otras modelos se han sumado a la lucha en contra de los estereotipos desde posar juntas sin importar su talla hasta modelar lencería desafíando los estándares de belleza de la edad.