Los perros y los gatos son distintos, pero tienen procesos de aprendizaje similares. Te contamos lo que debes saber.
Cuando llega una nueva mascota al hogar, su nombre es de las primeras cosas que pensamos. Para ello, nuestra creatividad da un vuelco y tenemos en cuenta la raza del animal, su tamaño, color o particularidades que lo hacen especial, como la forma de una mancha o la distribución de sus lunares.
Budget Direct, marca australiana de seguros, se puso en la tarea de indagar cuáles son los nombres más frecuentes que le ponen a las mascotas en todo el mundo. Descubrieron que en 52 países, los apelativos que más utilizan son Max, Bella y Charlie. En Colombia, los más reiterados fueron Luna y Mateo.
¡Listo! Ya escogiste el nombre perfecto para el nuevo miembro de la familia. Pero, ¿sabes cómo hacer para que se lo aprenda? No te preocupes, no necesitas al ‘Encantador de perros’ para la tarea. Solo sigue estos consejos.
Así como las personas tenemos gran diversidad de personalidades, nuestras mascotas también tienen una personalidad muy variada. Esto dependerá de la crianza que se le dé en casa, el amor y afecto al que son sometidos durante su vida, lo cual influirá en su proceso de aprendizaje.
“El principal consejo que doy es tener mucha paciencia y constancia para que la mascota entienda su nombre, en el perro es más sencillo que en el gato, ya que el gato por su actitud e independencia, no hace la tarea tan fácil”, explica el veterinario Jacobo González para Fucsia.
Estos son los tips que aconseja el veterinario para hacerle la vida más fácil a ti y a tu mascota en una de las primeras etapas de formación en su vida:
Estos consejos hacen parte del primer paso para que tu mascota entienda que responder al sonido de su nombre trae una compensación. En un principio, los ejercicios se hacen en un lugar sin distracciones para irte asegurando de que la mascota comienza a relacionar su nombre con algo positivo, respondiendo al llamado.
A medida que los días avancen, debes generar distracciones para ver cómo responde el animal a su nombre en un ambiente más ‘descontrolado’, por ejemplo, puedes encender la televisión, con un obstáculo entre ustedes dos o un tercero que camine entre tu mascota y tú.
Si tienes jardín también puedes practicar allí y ver cómo reacciona a los estímulos externos. Mientras mayor sea la distracción, mejor debe ser el premio en caso de que la mascota responda a su nombre.
Si han habido inconvenientes en el proceso, revisa la historia que has tenido con tu mascota o por qué situaciones ha tenido que pasar, en caso de que sea adoptado o recogido. Hay animales muy sociables y extrovertidos que se relacionan incluso con extraños sin miedo alguno.
Pero también podemos encontrar mascotas demasiado nerviosas o agresivas. Este comportamiento, generalmente, se debe a que en algún momento de su desarrollo tuvo una experiencia de maltrato y eso se ve reflejado en su aprendizaje y comportamiento social con personas u otros animales.
Por otro lado, los animales toman ciertos comportamientos según el estado emocional de sus dueños. Se ha visto que mascotas con dueños que presentan problemas nerviosos como ansiedad, depresión o agresividad, reflejan un patrón de comportamiento similar al de su dueño.