Las autoridades lograron rescatar a otras cinco mujeres que estuvieron a punto de correr con la misma suerte.
En pleno siglo XXI pareciera imposible que se repitiera una historia como la de los tristemente célebres juicios por brujería de Salem, que se dieron en 1692. Estos tribunales condenaron a más de 200 mujeres a muerte por ser consideradas brujas. Ya han pasado más de 400 años desde que se dieron estos episodios, la sociedad se educó mucho más y este tipo de episodios no se repiten con tanta frecuencia, aunque cabe aclarar que aún tienen lugar.
Este fin de semana se dio a conocer una noticia que conmocionó al mundo. Resulta que cuatro mujeres fueron brutalmente asesinadas por haber sido consideradas brujas. Cinco mujeres más que estuvieron a punto de correr con la misma suerte fueron rescatadas por las autoridades y tuvieron que ser trasladadas hasta un centro asistencial para que las heridas que les provocaron por cuenta de las torturas fueran tratadas.
El suceso que parece sacado de una película de terror, ocurrió el pasado viernes 22 de julio en la provincia de Enga, en Papúa Nueva Guinea, un país donde las tasas de analfabetismo son muy altas. Los moradores de dicha región montañosa del norte de ese país se enceguecieron tras la muerte de un empresario local. Los familiares del finado le hicieron una especie de encerrona a las nueve mujeres y las señalaron de haber hecho magia negra hasta acabar con la vida del hombre. De acuerdo con los cuerpos policiales del lugar, a las mujeres las torturaron desnudándolas e hiriéndolas con barras de hierro caliente.
Papúa Nueva Guinea es considerada una nación rica en recursos naturales, pero la extrema pobreza en la que viven la mayoría de sus habitantes los lleva a tener índices de escolaridad demasiado bajos. La falta de educación ha convertido a este país en una de las naciones más supersticiosas del mundo y constantemente se lee en los medios de comunicación ataques a personas que son acusadas de practicar brujería o “sanguma”, como se le dice en dicho territorio.
Diferentes organizaciones de derechos humanos han coincidido que una de las razones por las que las mujeres son señaladas de practicar brujería es para esconder el machismo latente que hay en esa nación. En ese país se castiga con pena capital a las personas que comentan asesinatos, violaciones agravadas o en grupo y abusos contra menores de 12 años. Ahora las autoridades están tras la pista de los responsables de este crimen.
Mónica Paulus, defensora de derechos humanos, denunció que por cuenta de la pandemia en ese país inició una cacería de brujas. A las mujeres las quemaban vivas y las crucificaban en público.