Este fenómeno es más común de lo que se cree y muchos no saben que lo tienen.
¿En algún momento ha sentido que no merece lo que tiene, o que sus logros han sido producto de un golpe de suerte? Si la respuesta es sí, podría estar sufriendo del síndrome del impostor, un fenómeno que afecta a siete de 10 personas, según BBC News.
Según la página web “De salud psicólogos”, algunas de las causas de este hecho pueden estar relacionadas con la baja autoestima, perdida de confianza en sí mismo, falta de seguridad, inseguridad por previas experiencias e historial de una infancia con poca confianza o muchas críticas.
La historia del término se remonta a los años 70, cuando Pauline Clance y Suzanne Imes lo usaron por primera vez y aclararon qué significaba. Al mejor estilo de los impostores, quienes sufren de este fenómeno, aseguran que “son un fraude”.
Según los psicólogos, el tratamiento de este fenómeno es sencillo, se trata de una terapia psicológica corta, aunque en algunos casos requiere de atención de larga duración, técnicas de concentración, o métodos que ayuden a la persona que la está viviendo a salir de ese estado mental.
Varias personalidades de la farándula ha sufrido de este fenómeno, entre ellos Michelle Obama, además de una de las actrices más reconocidas del mundo, quien interpretó a Rose en la película Titanic, Kate Winslet. Por otro lado, la joven artista que personificó a Hermione en Harry Potter, Emma Watson, también aseguró que se sentía como un fraude y no merecía lo que ha logrado.
Esto es más común de lo que se cree, por lo que muchas personas no se dan cuenta de que lo están viviendo hasta que alguien se los dice y reciben tratamiento psicológico. De la misma forma, parece que no se puede eliminar definitivamente y reaparece periódicamente.
Como cualquier trastorno que afecta la salud mental, el síndrome del impostor puede presentarse en mayor o menor medida dependiendo de la persona. De la misma forma, puede ser una situación pasajera o se puede convertir en un problema a largo plazo, que empiece a dificultar la manera en la que quien lo vive maneja su vida.
Un dato adicional es que muchas de las personas que sufren de este trastorno son mujeres, pues tienen una carga mayor para llevar al mismo tiempo su vida personal y laboral. Y más quienes se han convertido en madres, pues la sociedad les exige más que a otras mujeres y hombres en edad laboral.