La adicción a las malas noticias
Las personas tenemos la necesidad de comunicarnos y nos interesa estar informados de lo que sucede a nuestro alrededor, sin embargo, cuando lo que nos llama la atención es seguir las noticias negativas y los contenidos desfavorables que abundan en los medios, se puede estar sufriendo de doomscolling o adicción a las malas noticias.
A raíz de la pandemia se aumentó vertiginosamente la necesidad de consumir una gran cantidad de contenidos durante la mayor parte del día. La cobertura del Covid unida a las problemáticas sociales ha hecho prácticamente imposible que el feed back de las noticias no sea deprimente, sin embargo, cuando nos acostumbramos a ellas, pueden desencadenar sentimientos de tristeza e impotencia, afectando considerablemente nuestra salud mental.
Según lo afirma Graham Davey, profesor emérito de Psicología en la Universidad de Sussex, aunque la información es uno de nuestros mecanismos de defensa en épocas de incertidumbre porque nos hace sentir seguros, el exceso de referencias pude tener efectos psicológicos adversos.
La forma en la que accedemos a la información ha cambiado en los últimos 20 años, no obstante, estos cambios empiezan a tener efectos adversos dentro de las personas.
De acuerdo con el profesor Davey, cada vez es más frecuente que las noticias estén más al alcance de la mano y sean visualmente más impresionantes gracias a la existencia de los teléfonos celulares y los demás medios digitales.
Estar expuestos constantemente a este tipo de información puede desencadenar síntomas como estrés, problemas para dormir, humor voluble, comportamiento agresivo, depresión o hasta estrés postraumático.
El profesor explica por qué es tan difícil dejar de navegar en este mundo de noticias negativas. Además de ser entretenido, el cerebro humano está diseñado para poner atención a noticias que nos asustan o nos agitan, a este principio se le llama sesgo negativo.
Aunque no existe un tratamiento ante el doomscolling , si se pueden adoptar una serie de hábitos para empezar a reducir el tiempo que pasamos consumiendo malas noticias y sus efectos negativos.