Este es un problema que afecta a la población femenina de los que se cree.
Las relaciones íntimas son un mundo de situaciones, sensaciones, experiencias, crecimiento como pareja y autodescubrimiento. Cada persona vive este aspecto de su vida de forma única, ya que cada cuerpo es diferente. Sin embargo, hay situaciones que salen del placer y pueden ser problemas, por ejemplo, el dolor al realizar el acto.
Al ser una actividad necesaria en el ser humano, el dolor no debe se considera algo natural, de hecho, puede ser indicador de que hay algo que no está funcionando correctamente. Puede que un encuentro íntimo acelerado y brusco causé algunas lesiones o molestias, pero si el dolor es constante, puede tratarse de dispaurenia.
De acuerdo con el portal web de Mayoclinic, el dolor durante las relaciones sexuales puede producirse por diversas razones, de hecho, en algunos casos el dolor puede que sea un tema psicológico en lo lugar de físico.
Según dicho portal, se define como: “el dolor genital persistente o recurrente que ocurre justo antes, durante o después de tener relaciones sexuales”.
Entre los principales síntomas están: dolor solo durante la penetración, dolor hasta al momento de ponerse un tampón, dolor intenso en todo el encuentro intimo, molestias o ardor o dolor horas después de haber tenido relaciones.
Si es tu caso, la primera opción es consultar a tu médico para empezar un tratamiento y conocer las causas del dolor. Esto debe hacerse lo antes posible, ya que si el dolor y las molestias son constantes se puede crear una aversión o miedo hacia los encuentros íntimos.
Con respecto al diagnostico, este puede variar. En algunos casos las razones del dolor pueden ser una infección o una afección en la salud. Ante esto, la solución puede ser un tratamiento médico con fármacos especializados.
Otro problema puede ser que algún tratamiento o factor como la menopausia está limitando la lubricación de dichas partes, por ello, si se encentra la causa, el cuerpo volverá a regularse y el dolor irá disminuyendo con el tiempo.
Otras formas de tratar la dispaurenia es con trabajo físico. Muchas veces, la fuente del dolor puede ser causado por un factor corporal. Por ello, puede que la terapia muscular, fortalecimiento del suelo pélvico y ejercicios de relajación pueden resolver el problema.
Finalmente, otra causa puede ser psicológica. Algunas personas, por haber tenido relaciones íntimas traumáticas, sienten dolor en el acto. Esta situación ser puede trabajar con ayuda de terapia sexual, incluso, puede tratarse en pareja.