Se conmemoran grandes acontecimientos para las comunidades diversas.
Más de 25 personas LGBT han sido asesinadas en Colombia durante los primeros cinco meses del año 2022, acorde a cifras del Observatorio de Derechos Humanos de la organización Caribe Afirmativo, siendo Medellín la ciudad más afectada.
En el país han habido algunos avances respecto a la restitución de derechos hacia las personas que son diversas en el territorio. Por ejemplo, en mayo del presente año, la Corte Constitucional ordenó que las personas de la comunidad LGBT ya podían donar sangre, algo que al 2022 no era permitido. Sin embargo, aún hay mucho por hacer y el mes de junio es la oportunidad para recordarlo.
En medio del Mes del Orgullo, las comunidades diversas de todo el mundo se reúnen para establecer discusiones en torno a cómo superar los prejuicios que los han acosado desde décadas y que hoy en día afecta incluso el desarrollo de sus vidas.
Hay más de una razón por la que este mes tiene tanta importancia para el orgullo gay. Pero la causal principal se remonta al año de 1969. Por esta fecha, exactamente en la madrugada del 28 de junio, la policía de Nueva York hizo una redada en el bar gay Stonewall Inn.
Debido a este hecho, la comunidad LGBTQI+ respondió con múltiples marchas que duraron más de tres días y en las que falleció más de una persona. Al año de que esto sucediera, en Nueva York organizaron una marcha para movilizarse en conmemoración a lo ocurrido.
Dichas movilizaciones también se dieron en respuesta a que durante años, en las décadas de 1940, 1950 y 1960 era un crimen ser homosexual en Estados Unidos. Quienes tuvieran relaciones íntimas con una persona de su mismo sexo podía recibir una multa, castración o pasar toda su vida en prisión o en alguna institución mental, dependiendo de la legislación del Estado en el que se estuviera.
Aunque ya no se penaliza la homosexualidad en la mayor parte del mundo (todavía hay lugares donde es un delito como en Irán), aún hay situaciones por las cuales luchar. Es por esto que junio se convierte en un espacio temporal en el que las comunidades diversas discuten su repercusión en el ámbito político y social.
Buscan también visibilizar situaciones que todavía no han sido detalladas por gobiernos y por la misma sociedad, como el acceso a un documento de identidad que muestre, precisamente, cómo se identifica cada individuo.