El colegio emitió un comunicado lamentando el insólito hecho y se excusó diciendo que no pueden tener el control de todo lo que llevan sus estudiantes.
Con mucho asombro recibieron varios padres de familia la noticia de que sus hijos, a quienes habían dejado en la guardería, estaban borrachos. Una niña de seis años que compartía con sus compañeros empezó a servirle licor a los demás niños. De acuerdo con los testimonios recogidos en el centro estudiantil, la menor de edad repartió tequila como si se tratara de jugo de limón.
La bebida fue administrada en vasos de papel y varios niños tomaron varios sorbos. Al parecer, una estudiante se acercó donde la profesora a decirle que sus compañeros estaban tomando licor, pero ella pensó que se trataba de una broma y creyó que los niños simplemente estaban jugando, pero después empezó a notar que muchos de ellos estaban mareados y hablando enredado. Al fijarse en eso, los profesores de la guardería llamaron a los padres de familia.
“La niña se echó en su taza y se lo bebió. Le contó a su compañera qué era y ella le dijo a la profesora que había licor en la taza y la profesora puso cara de burla”, refirió una de las madres de familia a un medio de comunicación. Otros acudientes conversaron con sus hijos sobre lo sucedido y los niños respondieron que su amiga sabía que estaban consumiendo alcohol.
Frente a este inusual hecho los padres de varios menores que resultaron borrachos pidieron a la institución que se adelante una investigación y las autoridades sancionen a los acudientes de la niña. El colegio emitió un comunicado en el que expresaron que si bien allá tratan de indagar sobre los elementos que los menores llevan a la institución no es posible hacer un control de todo.
La niña, al ver los colores llamativos de una botella de tequila de una famosa marca, al parecer, pensó que era para que los niños la consumieran. El insólito hecho que hoy enciende las alarmas sobre los riesgos que representan para los menores los descuidos de los adultos se registró en Estados Unidos en el jardín infantil Grand River de Michigan.
Esta situación pone sobre la mesa la necesidad de que los padres estén más pendientes de los alimentos y elementos que dejan al alcance de los niños por descuido. Un menor de edad puede resultar intoxicado después de consumir altas cantidades de alcohol. Esta acción puede resultar perjudicial para la salud del pequeño.