La monarca británica marcó tendencias gracias a sus atuendos. Sus accesorios y vestidos son considerados piezas de museo.
Desde que fue coronada como la monarca del Reino Unido, Isabel II tuvo los reflectores del mundo puestos sobre ella. Tuvo que lidiar con una guerra mundial, una pandemia, crisis económicas y durante su reinado vio a 12 presidentes de Estados Unidos. Pero no le bastó sólo con estar a la altura de las circunstancias geopolíticas, la reina británica habló con sus atuendos y es por ello que será considerada por siempre como un ícono de la moda.
Uno de sus atuendos más llamativos fue el 2 de junio de 1953 cuando fue coronada como monarca. Ese día vistió una creación del diseñador Norman Bishop Hartnell, quien tuvo la misión de ser el modista de la reina María, posteriormente, de la reina Isabel y, por último, de Isabel II.
Se trató de una pieza de seda blanca bordada con los emblemas de los países pertenecientes a la Mancomunidad de Naciones. En el desarrollo de la ceremonia cubrió el traje con una capa de terciopelo. En su cabeza portó la Corona de San Eduardo, la oficial de Inglaterra. Antes de portar el emblemático accesorio tenía puesta una diadema de diamantes. También lució un calzado de Roger Vivier diseñado exclusivamente para ella. Se trató de un par de zapatos de salón dorados con tacón y rubíes incrustados.
Otro de los vestidos más recordados de la monarca fue su vestido de novia, el traje también fue diseñado por Norman Hartenll. La confección del vestido contó con más de 10 mil perlas bordadas e incrustaciones de cristal y lentejuelas. La pieza hizo alusión al cuadro “La primavera” de Botticelli.
Uno de los colores favoritos de Isabel II es el amarillo. Lo luce constantemente. De hecho en ocasiones especiales como en el matrimonio de Guillermo y Kate, los duques de Cambridge, lució un traje de este mismo color en tono pastel. También lució un sombrero de su modista Angela Kelly. El atuendo fue combinado con un bolso Launer. Ese día la monarca recordó a su abuela, la reina María, con un collar de perlas que era de su preferencia.
Algo que caracterizó el estilo de la reina fue su sencillez. Fue muy representativo de ella su preferencia por los atuendos monocromáticos. La reina optó la mayoría de veces por la fórmula de abrigo recto de largo midi estampado o colores que hacen contraste con un vestido ligeramente corto; su particular bolso de asa corta que ya ha sido replicado por miembros de la realeza de otras partes del mundo y zapatos con tacón bajo. Este mismo estilo lo ha adoptado Kate Middleton.
Por si fuera poco, fue una amante de los sombreros. Tuvo una gran colección que trató de combinar con sus atuendos. Sus favoritos fueron aquellos con toques florales.