Ella es una de las pioneras del fisicoculturismo natural en Colombia.
Ibon Palacio es una fisicoculturista nacida en Antioquia. Desde los 15 años descubrió su pasión por el ejercicio y a los 18 se enamoró del culturismo, por lo que empezó a formarse en esta disciplina.
El entrenador del gimnasio donde asistía vio en ella a una atleta apta para este deporte, pues su contextura era delgada. “Me dijo que por qué no empezaba a competir en el mundo del fisicoculturismo, que para mí era muy fácil ganar masa muscular porque yo no tenía grasa”, le contó Ibon a Fucsia.
La deportista se interesó por conocer más sobre esta disciplina, así que accedió a la propuesta de su entrenador. Afirma que tenía que seguir un entrenamiento y una dieta muy estrictos, pero que se sentía muy a gusto con este nuevo estilo de vida.
Cada día Ibon se tomaba más en serio el culturismo, así que el entrenador decidió prepararla para una competición a nivel nacional. Le advirtió que debía ser muy precavida, pues la maternidad en esta disciplina no es una opción. Sin embargo, cuando tenía 21 años y meses antes de hacer su debut, se enteró de que estaba embarazada.
“Yo ya estaba lista para competir y él ya tenía todo listo para la primera competición que era en Bogotá. Faltaban como 3 o 4 meses para montarme a la tarima y quedo embarazada. Yo no tenía el valor para decirle a esta persona que estaba embarazada, porque gastó tantos años construyendo mi cuerpo… yo me fui del gimnasio. Me perdí, sin decirle nada”, manifestó.
La frustración de no haber cumplido su sueño de competir era cada vez mayor. Asimismo, sufrió depresión posparto y se separó del padre de su hijo porque nunca respondió por él. Su vida se vino cuesta abajo y producto de estas situaciones sufrió anorexia, la cual cataloga como “fuertísima”.
Después de un año, la paisa decidió volver al gimnasio, pero solo por mantener un ritmo de vida saludable. Su sueño del culturismo parecía muy lejano, como se dice popularmente: “Creyó que la había dejado el tren”.
Pero la vida le tenía preparado otro camino. Ibon aseguró que después de diez años: “me casé con un canadiense y me fui para Canadá. Allá el mundo del fisicoculturismo es muy amplio y lo tienen como deporte, cosa que en Colombia no. En Canadá es una cultura, lo respetan como deporte y lo tienen en cuenta internacionalmente. Mi hijo me ayudó a buscar el club. Él fue el que me motivó para retomar el fisicoculturismo, porque él siempre escuchaba mi historia”.
En el país norteamericano, la deportista descubrió el fisicoculturismo natural, una variante del tradicional, en la que no se consumen sustancias ergogénicas, como esteroides, anabólicos y hormonas, para preservar la salud de los atletas.
“Yo tengo 45 años y puedo decir que me siento de 15, porque no he usado ergogénicos y sé que voy a durar mucho tiempo practicando este deporte. No voy a tener que hacerme exámenes para saber cómo está mi hígado, mi riñón”, dijo.
El culturismo natural requiere un entrenamiento y una alimentación más estricta. Además, aunque muchos creen que no toman ningún tipo de suplemento, quienes lo practican consumen proteína, aminoácidos, quemadores naturales, entre otros. Todos suplementos sin sustancias ergogénicas.
Ibon entrenó arduamente para competir en uno de los torneos más importantes de Canadá, el Opa Gala Championship. Recuerda muy bien que el 26 de noviembre de 2015 lo ganó y cumplió uno de sus más grandes sueños.
“Yo me monté allá como pude, no sabía las poses reglamentarias. Yo hice, como latina, lo que me salía. Dí mi todo y me gané esa competencia. Salí con la copa grande, con muchas medallas y digo ‘sí, esto es para mí’”, expresó la deportista.
En esa ocasión, compitió contra fisicoculturistas no naturales y aún así las venció. Lo que demuestra, primero, el gran talento de esta mujer y, segundo, que los ergogénicos no son indispensables para practicar y competir en esta disciplina.
Ibon quedó encantada con este tipo de culturismo, y al ver que era prácticamente imposible encontrar donde practicarlo en Colombia, decidió montar su propio gimnasio en Medellín al que llamó Palacio Fitness.
Un gimnasio exclusivo para mujeres en el que les enseña sobre el fisicoculturismo natural y los beneficios de practicarlo. Una de sus metas es: “Tener más de 500 atletas naturales acá en mi país”. Asimismo, entrena a mujeres que quieran buscar una mejor versión de ellas a través del ejercicio, según afirmó.
Mientras forma atletas en su país, Ibon sigue compitiendo en el exterior representando a Canadá.