Cómo cuidar a tu felino
Bañar a nuestros gatos es una actividad a la cual tu pequeño peludo se debe ir adaptando paulatinamente para no generarle estrés ni que lo relacione con algo que le va a causar malestar. Los cachorros de gato pueden bañarse por primera vez a partir de los 2 o 3 meses.
Aunque son mucho más independientes que los perros, no debes olvidar que de igual manera necesitan cuidados sobre su aseo, pelaje, uñas y estado de salud en general, para que nuestro amigo gatuno siempre esté en perfectas condiciones.
Es muy importante aprender a mantener limpia a nuestra mascota y gracias a su pelaje corto y suave es muy poco el tiempo que se gasta en esta tarea. Lo ideal es conseguir que tu gato se acostumbre al aseo habitual desde que es cachorro y la ventaja es que a la mayoría de ellos les encanta que los consientan mientras los cuidan. En cuanto ven un cepillo siempre vienen corriendo para que lo mimes.
Es necesario que tengas en cuenta que los gatos son mucho más sensibles al agua que los perros y además se estresan con facilidad, poniéndose de mal humor si sienten que los sacas de su rutina habitual.
Otra característica a tener en cuenta es su obsesión por mantenerse limpios, aseándose ellos mismos con ayuda de su lengua. Además, la mayoría de los gatitos domésticos no acostumbran a jugar en espacios exteriores por lo que sus posibilidades de ensuciarse son pocas.
Aún así, existen determinadas circunstancias en las que tu gatito puede necesitar un baño:
1. por una causa puntual (diarrea, suciedad accidental).
1. Por prescripción veterinaria para reaccionar ante alguna patología, o
3. Porque lo has habituado a ello.
En cualquiera de estos casos, es conveniente que escojas el mejor momento para el baño, que será aquel en el que tu gatito esté más tranquilo y muestre menor nivel de actividad.
Pasos a seguir para bañar a un gato pequeño
Según el portal de Purina, estas son las recomendaciones que debes tener en cuenta en el momento de bañar a tu mascota: