Antes de tomar una decisión a ligera, analice la situación
A pesar de tener una pareja estable con la que nos sentimos bien, no estamos exentos de que nos llame la atención un tercero en determinado momento, lo que puede causar angustia y una serie de sentimientos encontrados.
Hay un primer punto a tener en cuenta y es el hecho de comprender que nosotros no elegimos aquello por lo que sentimos atracción o por lo que deseamos, solo se activa automáticamente. Pero una vez somos conscientes de esta situación sí podemos decidir qué hacer.
Con el paso del tiempo es importante afianzar las relaciones que tenemos con nuestra pareja y sobre todo, cultivar la comunicación y la confianza. Es necesario contarse todo aquello que sea relevante o importante para ambas partes y acompañar esa comunicación con la confianza, para tener la seguridad de que ambos siempre procurarán el bien de esa unión.
Desde este punto de vista y si se lleva una relación madura, sí se debería comunicar a nuestra pareja que nos sentimos atraídos por otra persona y hacerlo con total naturalidad, porque ambos saben que sentirse atraído por alguien no significa que se sienta amor.
Sin embargo, si la relación que llevamos es más frágil e insegura, esta confesión puede causar problemas y generar desconfianza. Por eso, antes de dar este paso hay que autopreguntarse ¿qué tipo de relación es aquella en la que no existe plena confianza con tu pareja?
Lo esencial de esta situación no es el hecho de sentirse atraído por un tercero, sino lo que se hace con ese sentimiento de atracción. Cada persona es responsable de manejarlo ya sea para dejarlo sin darle la oportunidad para que se transforme en un sentimiento más fuerte, o darle un espacio en tu vida para que se vuelva importante, convirtiéndolo así en una amenaza para tu relación.
Por otra parte, es aconsejable analizar cómo estamos con nuestra pareja. A veces buscamos en otro lo que ya no tenemos y creemos que con esta nueva persona estaremos mejor. Sin embargo, también esto puede suceder en casos en los que con nuestra pareja estamos perfectamente sin que nos falte nada importante y ahí sí tenemos un gran dilema.
Tenemos que tener muy en claro si es el momento de romper con una relación o solo es una atracción pasajera. No hay que aferrarse por que sí o por que ya se llevan unos años de convivencia, pero tampoco hay que romper relaciones por un simple impulso.
A veces no es fácil combatir ese deseo, pero para conseguirlo, debes alejarte y cortar del todo el contacto con ese tercero.