Todo lo que habías creído hasta el momento sobre dietas no está bien. Te explicamos.
Por lo general, cuando emprendes un proyecto esperas ver resultados de una. Ya sea en un negocio, en una meta, en tu relación o en tu dieta. Es por esto que no hay nada más popular que buscar en Internet “La dieta que me hace bajar 5 kilos en una semana” o preguntarle a Google “Cómo perder 10 kilos en una noche”, frase real que consultan las personas en el reconocido buscador.
Si estás en un plan de pérdida de peso, sabemos que a quién no le gustaría ver un cuerpo esbelto y una balanza con el número ‘perfecto’ en un santiamén. Sin embargo, este argumento tiene varias premisas que no son del todo correctas. Lo más importante es tener un cuerpo saludable y esto muchas veces no va de la mano con el espejo. Pero si en verdad eres fanático de las dietas, te contamos qué has estado haciendo mal y como puedes mejorarlo.
Los procesos milagrosos, no existen. Lo que sí existe es la disciplina y consistencia. Seguro ya sabes esto, por ello te contamos sobre algunas nociones que quizá no tenías en el radar. Hay que dejar la fantasía de que si pierdes mucho peso en un muy corto lapso de tiempo, es un resultado de admirar, que estás haciendo algo bien y que no atenta contra tu salud.
No es verdad. El psiconutricionista Itziar Digón le dijo a Vogue España por qué esa idea tan popular en el argot de pérdida de peso no es correcta: “2 kilos a la semana es demasiado. No es posible perder 2 kilos de masa grasa a la semana porque cuando esto ocurre es debido a una pérdida de líquidos o masa muscular”. Por mucho, en verdad por mucho, un kilo por semana estaría bien y eso dependiendo del cuerpo.
Antes de decirte qué podrías hacer, te contamos que no deberías seguir haciendo. Y se trata sobre tu relación con la báscula. Sí es verdad que hay un peso ‘ideal’ dependiendo de tu estatura, esto se calcula con el Índice de Masa Corporal (IMC), pero hay más aspectos que no has tenido en cuenta.
La balanza te arroja un número, pero este corresponde a tu peso neto. El peso incluye tus músculos, huesos, líquidos e incluso comida. Pero cuando hablamos de pérdida se debe hablar es de solo pérdida de grasa, no de peso, y esto no lo mide la báscula con precisión. Sabes que bajaste o subiste pero no en qué exactamente.
Digón destaca que con una pérdida de peso agresiva en poco tiempo, tu cuerpo puede presentar problemas de deshidratación, lesiones y fatiga. Además, puede producir cambios en todo tu cuerpo, desde tus hormonas hasta tu ciclo menstrual. Por ello, hacer dieta no es dejar de comer, es mirar la calidad de los alimentos que consumes y en qué proporción:
“El peso que se pierde rápido se suele ganar rápido porque siempre se debe a dietas muy estrictas y no a un cambio de hábitos. Las dietas muy estrictas no se basan en una alimentación equilibrada y real, sino en una alimentación restrictiva y que objetivamente sólo se puede sostener durante un cierto tiempo, nunca ilimitado”, comentó la nutricionista Nieves Cuesta para Vogue España.
Cuando la persona se cansa de esa dieta tan restrictiva, volverá a comer lo mismo que comía antes. Así, lo que va a ocurrir es que el cuerpo está alerta y lo que va a hacer es acumular grasa de forma más efectiva de lo que hacía previamente, concluye la experta. Es decir, perder peso de manera tan rápida hará que ‘engordes’ de manera más acelerada que antes.
Para empezar, tu dieta y pérdida de peso no puede ser por toda la eternidad, debe haber un lapso, un periodo de tiempo específico en el que la meta será deshacerse de la grasa. La doctora Cuesta asegura que máximo tres meses es lo recomendable.
Además, los aspectos principales para que una dieta dure es que sea equilibrada, nutritiva y se adapte a tu cuerpo, necesidades y gustos. Ahora, otros factores esenciales son el ejercicio y también el descanso (no dormir se ha relacionado con el aumento de peso). Y, en especial, reiteramos que una pérdida lenta, pero sostenida, es la forma más saludable de lograr tu meta.