María Elisa Camargo: “Nunca me había sentido tan deseada profesionalmente”
Luego de encarnar la esencia y la voz de la cantante de vallenato Patricia Teherán en Tarde lo conocí, la actriz ecuatoriana está a la espera de grabar con Telemundo para concentrarse en el mercado anglo.
Apenas lleva unas semanas en su casa de Los Ángeles y ya tiene mil planes en la cabeza. María Elisa Camargo, la actriz nacida en Ecuador, pero de padres colombianos, que encarnó a la fallecida cantante de vallenato Patricia Teherán en la serie Tarde lo conocí, siempre está pensando en qué cosas nuevas quiere hacer. Por su mente pasan el teatro, el cine y los musicales, aunque afirma que su voz necesita “mucho entrenamiento para eso”.
También espera “meterle mano” a la música –el folclor urbano es su género favorito–, un talento que dio a conocer hace 13 años, cuando participó en Factor X, y que poco tiempo después le permitió estar en el elenco de Floricienta, un remake colombiano basado en la teleserie argentina del mismo nombre, en el que hizo el papel de Natalia Montes y que le exigía cantar y bailar, y, más tarde, ser la voz de la banda sonora de la telenovela La marca del deseo, en la que, además, fue una de las protagonistas.
Pero antes de embarcarse en nuevos proyectos debe terminar su contrato de exclusividad con Telemundo. Ha protagonizado para la cadena de televisión dos telenovelas, En otra piel y Bajo el mismo cielo… le queda una tercera. Aún así tiene claro que su gran sueño es grabar en inglés. “Quiero aprovechar la oportunidad para explorar el mercado anglo ya que tengo el idioma, pero sin obsesionarme con la idea”, dice y después se acuerda de que tiene que terminar de desempacar sus cosas porque, aunque lleva dos años radicada en la ciudad de las estrellas, prácticamente no ha tenido tiempo de vivir allí. Recién se mudó de Miami a Los Ángeles llegó a sus manos la propuesta de interpretar al primer ídolo femenino del vallenato en Colombia.
Su primer personaje real
De la música que interpretaba Patricia Teherán había escuchado algo, aunque no la reconociera de inmediato. La mayoría de la familia de la actriz –en especial la de su madre– vive en Colombia y buena parte está radicada en Bucaramanga, la ciudad que María Elisa describe como “una gran plaza para el vallenato”; allí pasa todas sus navidades. Además, cuenta, Ecuador fue uno de los mercados más importantes para la cantante cartagenera, después de Colombia. “Pero a ella como artista, como esa ‘mujer huracán’ tan carismática, sensual y desparpajada, esa mujer completamente fuera de su época y que aportó tanto al país, no la veía tan clara”.
La posibilidad de caracterizarla llegó a su vida mientras rodaba Bajo el mismo cielo. María del Socorro Valencia, su representante en nuestro país, le dio la mano para que pudiera audicionar a través de video, pues sus compromisos con Telemundo no le permitían viajar a Colombia.
Todo se fue dando. Creó un personaje de la mano del maquillador con el que trabajaba en la telenovela y tuvo un gran impacto durante el proceso de casting. “Nunca me había preparado tanto físicamente para un personaje; usualmente es más un tema interpretativo. No tenía la ansiedad de ganarme el papel, ni siquiera sabía que Telemundo podía ‘prestarme’ para la producción, pero pasé el filtro musical y luego el actoral, y, al final, me eligieron. Las grabaciones bastaron. Nunca me había sentido tan deseada profesionalmente”.
Darle vida al papel no fue fácil; era la primera vez que en su carrera enfrentaba un rol basado en una persona real, que no solo tenía gran recordación en nuestro país, además era un ídolo de masas. “Tienes que considerar que estás rindiendo un homenaje y debes dar la talla… todo fue difícil, todo fue un reto enorme, no solo la parte actoral, también captar la esencia de Patricia sin que fuera una caricatura; el acento cartagenero fue otro de los grandes desafíos”.
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El descubrimiento de Patricia
María Elisa descubrió a la intérprete cartagenera en los pocos videos que existen de sus canciones y conciertos en YouTube, pero esa no fue su única fuente. “CMO Producciones me compartió testimonios, entrevistas y lo que había sobre ella, y en lo poco que vi tuve lo que necesitaba. Su lenguaje corporal, la forma en la que hablaba y cómo se comportaba en la tarima la hacían una artista muy particular. No era cualquier persona parada en el escenario; la veías moverse y sabías que era ella... eso me ayudó mucho”.
También se dio la licencia de viajar a Cartagena y entrevistar a sus vecinos, amigos, pretendientes, exnovios y a las mujeres que trabajaron con ella (coristas y músicas). Con estas herramientas inició la construcción de su versión de Patricia Teherán.
Pero lo musical fue el verdadero reto: debía cantar en vivo, agarrarle el flow al género y entonar no desde la técnica sino desde el sentimiento, pues para ella el vallenato es más de feeling que cualquier otra cosa. Llevaba tiempo sin tener un papel en el que tuviera que poner a prueba sus dotes vocales y eso le requirió mucho tiempo y energía. “Mi contribución fue el carácter, un rasgo de su personalidad que no mostraba en las entrevistas, pero que quienes la conocieron aseguran que tenía; por eso llegó tan lejos en un mundo dominado por hombres”.
María Elisa describe a la cantante como una “rompedora de esquemas”, porque fue capaz de “metérsele al rancho” a un género machista, porque tuvo la valentía de sacar su proyecto musical adelante pese a que el entorno estaba en su contra y porque se atrevió a decir –y a cantar– que era un ser humano común y corriente, y que también cometía errores. Además, les dio voz a las mujeres al cantar composiciones pensadas desde el punto de vista femenino, algo nunca antes visto en el vallenato. “Verla en una entrevista diciendo que tuvo un hijo con un hombre casado, un tema que incluso hoy día, con tanta libertad de expresión, sigue siendo un tabú para la mujer y más si es figura pública porque se supone que debe ser un ejemplo; que hablara de todos estos temas personales públicamente con tanta tranquilidad, y cómo logró con su fragilidad y su feminidad convencer al público de que el vallenato femenino también tenía un espacio en el mercado me hizo admirarla muchísimo”.
La paciencia y la perseverancia de Patricia fueron inspiradoras para María Elisa, incluso cuando vivió en carne propia los momentos incómodos por los que tuvo que pasar la cantante cartagenera 25 años atrás. “Tuve experiencias dentro del set con invitados, vallenateros hombres que se resistían al tema de que yo, como mujer, estuviera cantando vallenato. Imagínate si yo lo sentí en 2018 cómo habrá sido para ella. El hecho de que haya sido capaz de sacar adelante su proyecto de vallenato me parece increíble; es un honor haber tenido la oportunidad de interpretarla y de rendirle este homenaje”.