Música
“Yo no busco el «hit», yo busco simplemente hacer lo que me sale del alma”: Irepelusa
La cantante venezolana es una de las apuestas musicales de su país.
Irepelusa es una cantante venezolana y es una de las apuestas musicales más importantes de ese país. Su nombre es Irene López y su música es la mezcla de diferentes géneros: pop, indie, hip hop y R & B.
Su gusto por la música nace desde muy pequeña; sin embargo, la artista venezolana cuenta que muchas veces no creía posible realizar una carrera artística, por lo que decidió estudiar ingeniería.
El destino y el camino le demostraron que su sueño de ser cantante era posible. Hoy, Irepelusa, no puede estar más contenta con la realidad que vive. Y es que hace poco lanzó su más reciente sencillo “Se metieron en mi casa”, una canción con una gran carga emocional y con un mensaje contundente.
Asimismo, la artista venezolana lanzará próximamente su primer álbum de estudio, en el que viene trabajando hace varios años.
Fucsia habló con la cantante sobre su historia, su música, algunos de los retos y obstáculos que ha tenido que enfrentar, entre otras cosas.
Irepelusa, ¿cuál fue tu primer acercamiento a la música?
La música siempre ha estado en mí desde pequeña. Tuve una familia, no voy a decir que se dedicaba al arte, pero sí la usaban como un escape de la realidad. Me metieron a estudiar violín desde pequeña. Luego me fui a vivir con mis abuelos y me alejé de la música de cierta manera, porque no pude entrar a la orquesta. Pero ya el acercamiento a la música existía. Cuando cumplí 15 años conscientemente le pedí a mi abuela… como que siempre le pedía de regalos a mi familia cosas que me acercaran a la música: un reproductor, discman, iPod, guitarra. Aunque no estuviese involucrada con la música directamente, de alguna u otra manera siempre buscaba el escape para encontrarme con cosas que me relacionaran con la música.
¿En qué momento te das cuenta de que podías iniciar tu carrera como cantante?
Yo estudié ingeniería de sistemas, no estudié ninguna carrera relacionada con el arte, que a veces la gente se sorprende cuando me preguntan, pero en la propia universidad conocí gente relacionada con la música. Tuve mi primera banda, me acerqué a los sintetizadores, empecé a conocer el entorno y a darme cuenta de que: “oye si hubiese tenido la oportunidad en aquel momento de haber elegido una carrera que me relacionara con esto… por supuesto que sí”, o sea empecé a darme cuenta y tomármelo más en serio de que sí puedo dedicarme a esto que me gusta. Tuve mi banda, viví experiencias nuevas, ganamos festivales, pero en la banda no me había tomado en serio el papel de ser protagonista, de ser principal, de yo misma crear mis cosas, sino que yo acompañaba y complementaba canciones con mi voz. Pasan problemas en la banda, bla, bla, bla… conozco a los muchachos de Piso 8 y empiezo a descubrir cosas que yo no sabía que podía hacer, como que a darle más poder a mi voz, empezar yo misma a componer mis cosas, a crear mis canciones. Y claro, siempre con la inseguridad de que no me creía capaz de hacerlo… y claro que sí puedes, de verdad le agradezco a mi equipo por darme ese empujón de hacerme creer en mí, porque gracias a ellos estoy donde estoy. Y bueno, puedo decir que todo lo que me ha pasado ha sido genial y no puedo estar más contenta de ir viviendo paso a paso todo esto.
¿Cuáles fueron algunos obstáculos en tu carrera?
Realmente creo que fue mi familia. Recuerdo que cuando comenzó la banda, les decía que yo quería irme de gira, ellos me decían “¿para qué quieres ser músico? Vas a terminar en una plaza tocando y pidiendo dinero”. Entonces yo no conocía todas las profesiones relacionadas con el arte: música, fotografía, diseño gráfico… todo lo desconocía por completo. Para mí las profesiones importantes eran ser arquitecto, médico, abogado, y realmente todas las profesiones son importantes. Mi familia hacía que yo misma me pusiera los límites de no tomarlo en serio, de no verlo como hago algo de lo que pudiese sacarle provecho y vivir. Hasta que no lo experimenté, teniendo personas al lado que lo hicieran, no lo pude creer. Hoy en día estoy satisfecha, porque todo lo que me pasó, pasó por algo, y si estoy aquí es por algo.
¿De qué habla tu música, tus letras?
Yo siempre digo que me gusta ser muy romántica en mis letras, me gusta mucho también hablar de mi yo interno, de mi yo descubriéndome. Hay veces que las personas conectan con lo romántico, o conectan porque se identifican. Yo solamente quiero hacer música y sentirme bien haciéndola, dar todo lo que puede salir de mí a través de la música y eso, sin yo saberlo, puedo estar dando un mensaje. Quien conecte conmigo bienvenido sea a acompañarme en este viaje. Me divierto y me siento cómoda haciéndolo tanto con experiencias malas como buenas. Me sale del alma, yo no busco el hit, yo busco simplemente hacer lo que me sale del alma y eso siento que es lo que conecta con la gente. Lo natural y auténtico de que no estoy fingiendo ser alguien que no soy, o hablando de algo cliché, solo por hablarlo. Hablo de lo que me pasa, siento, quiero y si conectas genial. Hasta el momento me ha funcionado bien y, bueno, me encanta.
¿Hay algo que no te guste de la industria musical de ahora?
Sí, de hecho siento que la industria está un poco contaminada. Claro es lo que más le gusta a las personas, pero si te pones a ver la temática de lo que te hablan, siempre es lo mismo. Entonces es un poco banal y vacío lo que lidera la industria hoy en día. Tienes que ir metiéndote en el género musical poco a poco, ir abriendo esa puertica de llevar tus sonidos con tus ideales a una industria que, de cierta manera, está contaminada. El problema es que para que algo pegue tenemos que hacerlo digerible, hacer algo que entre bien en el oído y no sea complicado entenderlo. Creo que lo próximo que vengo, después del álbum, voy abriendo esa puerta de yo puedo venir acá con mi sonido y mi contenido, sin tener que transformarme en lo que hay actualmente. Ahí vamos trabajando (risas).
¿Qué nos puedes contar de tu primer álbum?
Estoy emocionada porque es mi primer álbum. Ya tengo tiempo trabajando en él. A veces soy un poco perfeccionista, que no es tan bueno, entonces cambió algunas cosas, lo arreglo. Sé que la gente me lo está pidiendo a morir y yo ya quiero cerrar mi ciclo. Así como el que te dije del título de ingeniera. Yo ya necesito cerrar mi faceta de la Irepelusa del inicio, porque he ido evolucionando, creciendo, aprendiendo y transformando muchísimo. Quiero cerrar ya el ciclo con mi álbum que sale a principios de abril. Tiene de la Irepelusa anterior y un poquito de la de ahora. Es una transición para todo lo nuevo que quiero sacar.
¿Ire, actualmente vives en Venezuela? Si es así, ¿cómo te ha afectado la situación?
Sí, yo vivo en Venezuela. Todos sabemos que la situación como tal del país es una basura. Mi acercamiento a la música también era como un escape de todo lo que estaba pasando. Creo que si no hubiese vivido una situación así, nada de esto hubiera pasado. Me dio la motivación de crear y de hacer. Decidí obviar la situación del país, echarla a un lado, y enfocarme en hacer música, porque acá en Venezuela no hay una industria musical que te permita a ti como artista crecer. Todos los artistas venezolanos que la están partiendo afuera tuvieron que irse en algún momento para crecer. Sí, tengo que salir de acá, es necesario para todo artista, para relacionarte con otras culturas y medios, pero no quiero que sea para siempre. Realmente, siento que aquí en Venezuela poco a poco a nivel de industria musical están pasando cosas.
¿Consideras a Colombia tu segunda casa?
Estuve por allá ahorita que giré y sí. Pienso que los colombianos y venezolanos tenemos muchísimo en común, aunque a veces haya rivalidades absurdas. Me sentí muy en casa, de hecho hice mi primer show como Irepelusa en Bogotá. Me esperaba ver en el público más venezolanos que colombianos pero ¡no! Había muchos colombianos: gente que venía de Bucaramanga, Cali… a escucharme. Qué bonito es cuando estás fuera de tu país y gente que no es de tu país te escucha y te recibe con mucho amor. Quiero volver a Colombia, realmente la pasé muy bien allá, el calor de la gente también me gustó. Somos muy parecidos y bueno… hay que apoyarnos.