El sacrificio de Robert Pattinson para que le quedara el traje de Batman

Cuando se anunció que Robert Pattinson sería el nuevo Batman, más de uno reaccionó en redes sociales y es que muchos todavía relacionaban al actor británico con su papel de Edward Cullen en la saga Crepúsculo, basada en los libros de la escritora Stephenie Meyer. Muchos veían a un actor muy pálido y demasiado delgado para ponerse en la piel del atlético Bruce Wayne, personaje interpretado en ocasiones anteriores por George Clooney, Christian Bale y Ben Affleck.

Esta misma preocupación llegó al set de grabación porque evidentemente la contextura de Robert Pattinson dificultó un poco que el traje del hombre murciélago le quedara del todo bien. Antes de comenzar las grabaciones el actor tenía una estatura de 1.85 y un peso de 75 kilógramos, un peso normal, pero no el suficiente para interpretar al justiciero enmascarado de Ciudad Gótica.

Pattinson, que se convirtió hasta el momento en el Batman más joven, no lograba llegar al peso ideal para usar el traje. hasta el momento el británico no estaba dando la talla, de hecho en su momento confesó que jamás había pisado un gimnasio y que solo practicaba surf, pero al tener en frente uno de los papeles más importantes de su carrera se puso manos a la obra y se sometió a una estricta rutina de ejercicios y una dieta hipercalórica para lograr ganar la masa muscular requerida para ponerse el traje del “caballero de la noche”.

La estricta rutina del nuevo Batman

Robert Pattinson quedó en manos del entrenador físico Harley Pasternak. El especialista en acondicionamiento le preparó un plan de levantamiento de pesas que ayudaron a que los músculos del delgado actor se definieran. La rutina, según narró el actor, fue dividida en dos partes. La primera consistió en un plan de ocho semanas para ganar músculo, que se dividió de igual forma en tres sesiones semanales que se centraron en el pecho, los abdominales y la espalda del actor.

También tuvo que hacer sentadillas y flexiones laterales con mancuernas. En la segunda parte de la rutina hubo un enfoque especial en piernas y brazos. El resultado de todo este esfuerzo quedó plasmado en la nueva película en la que Pattinson dio un golpe de opinión y calló las bocas de muchos de los que creían que no iba a dar la talla para el papel. Pues bien, la crítica ha sido “justa” con el nuevo Bruce Wayne y han reconocido el gran papel que hizo.