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El divertido corto hollywoodiense contra la desigualdad laboral que no puedes perderte
Porque a veces es mejor reír que llorar.
El movimiento ‘Time’s Up’ y #MeToo ha despertado toda clase de respuestas. La más reciente atina a la comedia. La pieza, cuya idea original nació entre Gemma Arterton y Felicity Jones en una reunión convocada por el movimiento fue escrito y dirigido por Jessica Swale. Su argumento se cuela a un supuesto casting para mostrar, en clave de humor, cómo unas audiciones para el papel de “la protagonista” pueden contener también un claro ejemplo de desigualdad.
Con un elenco cargado de estrellas ‘Leading Lady Parts’ ha dado mucho de qué hablar desde su estreno en la BBC inglesa. Desde Emilia Clarke (Daenerys en Juego de Tronos), Felicity Jones (ganadora de un Oscar por La teoría del todo), Lena Headey (Cersei Lannister en Juego de Tronos) o Katie Leung (Cho Chang en la saga de Harry Potter), son algunas de las caras conocidas que se presentan a unas audiciones conducidas por Gemma Arterton (Quantum of Solace), Catherine Tate (Doctor Who) y Anthony Welsh (Fleabag).
Durante las audiciones, las actrices son sometidas a solicitudes cada vez más ridículas tales como intentar ser “más blanca”, llevar más maquillaje, quitarse toda la ropa, ser menos madre o interpretar una escena trágica con una sonrisa y lágrimas sexy o al menos “no un llanto feo. Más como un llanto sensual, sexy y húmedo. Como en una ducha. Una ducha de llanto. Y sonriendo", como indican los encargados del casting. Un ejemplo de las absurdas y cómicas peticiones de los directores de casting a Emilia Clarke, que aunque de solo un cortometraje se trata, no podría ser más cercano a la realidad.
El casting solo se vuelve más absurdo cuando le piden a Chan que "sea más blanca", y su forma de tratar a Mosaku, una actriz negra, es aún peor. De repente, el papel que en un primer momento parece ser el de una doctora audaz con agallas, fuerte y segura de sí misma, acaba derivando en alguien “delgada pero con curvas; sensual pero inocente; con tetas y caderas, pero no demasiado grandes, virgen y sexy”...
Y todo para que al final el papel de la protagonista femenina ni siquiera vaya para una mujer, sino que le es entregado a Tom Hiddleston. Un clarísimo ejemplo de los estereotipos a los que se ven sometidas las actrices durante su carrera artística.
Mira el corto completo aquí:
Ocho minutos que abordan la desigualdad de género a la perfección.