La vida de los maestros
Los maestros patronistas, esas mentes ingeniosas y manos prodigiosas suben al estrado y revelan su identidad. Conoza algunas historias de quienes cumplen un papel irremplazable en la industria de la moda.
Desde hace varios meses Revista FUCSIA impulsa la idea de poner en la luz central del escenario de la moda a los maestros patronistas, esos seres enigmáticos que llevan a la realidad las ideas de los diseñadores.
Nuestros quince maestros patronistas escogidos para un taller que busca resaltar su labor pasaron una semana con el maestro del diseño y patronaje Shingo Sato, que dejó en ellos una huella indeleble. Ese acercamiento a la creación de piezas perfectas, casi irreales, a través de un trabajo libre y repleto de intuición, cambió la perspectiva de todos los asistentes.
El maestro del diseño y del patronaje Shingo Sato. Foto: Alejandro Annicharico
Este es el trabajo conjunto de Club Colombia, FUCSIA, LCI Bogotá eInexmoda para reconocer a los maestros por su valioso aporte a la industria de la moday, por supuesto, por el irreemplazable papel que cumplen.
Christian Ríos
Trabaja con la diseñadora: Faride Ramos
Un enamorado de la moda que disfruta día a día entregarle su tiempo a su vocación. Trabaja hace dos años con la diseñadora mompoxina Faride Ramos y es pieza fundamental en la creación de los volúmenes y suaves movimientos de los tejidos velados que caracterizan a la marca.
Patronista Christhian Ríos. Foto: Alejandro Annicharico
Estudió Diseño de Modas y, además de trabajar como independiente, adquirió experiencia al lado de reconocidos diseñadores colombianos, como Hernán Zajar y Juan Pablo Socarrás. Christian describe su oficio como "la arquitectura de la moda. Es la ingeniería y precisión matemática que se involucra detrás de un diseño". Y sobre la experiencia en el proyecto de Maestros Patronistas dice que ha sido absolutamente enriquecedora: “Es revaluar todas las técnicas del patronaje básico que nosotros conocemos. Es ser niños por unas horas descubriendo cosas nuevas”.
Nancy Nava
Trabaja con la diseñadora: Julieta Suárez
La moda la fue llamando desde joven, sin necesidad de tener un patrón o ejemplo que seguir en su casa. Las tardes, después de largas jornadas de colegio, las destinaba a tomar cursos para aprender a coser y crear su propia ropa. Estudió Diseño de Modas con un énfasis absolutamente técnico, aspecto que agradece. Ha adquirido experiencia durante más de ocho años, principalmente trazando patrones y confeccionando las más delicadas prendas para clientes directos.
Patronista Nancy Nava. Foto: Alejandro Annicharico
Desde hace dos años trabaja con Julieta Suárez, quien le encargó el desarrollo de toda su línea de tejido de punto. Le apasiona tener la capacidad de interpretar las ideas de los diseñadores y volver realidad esas colecciones. Sobre lo vivido al lado de Shingo Sato cuenta: “Ha sido genial. Es tener otra perspectiva del patronaje. Siempre lo hemos visto plano y sobre la mesa, y la idea de hacer todo directamente sobre el maniquí es fantástica. No hay reglas. Le abre a uno la mente”.
Edilfonzo Cañón
Trabaja con la marca: A New Cross
Cuenta su historia con humor. En su familia quienes se sentaban a coser eran las mamás o las abuelas. Era un mundo exclusivamente femenino. Pero esto no fue impedimento para que Edilfonzo, un hombre sonriente y extrovertido, se dedicara a la confección de prendas de vestir. Un único maestro que tuvo en su vida le enseñó la técnica para trazar el patrón de un pantalón; lo demás lo ha aprendido a pulso a través de muchos años de trabajo.
Habla de su carrera como "una muy luchada pero muy linda", y a ojos de quienes aman esta profesión es sin duda una hermosa experiencia llena de sacrificio y dedicación. Con más de ocho años en el sector, él ha trabajado con varios diseñadores y desde hace ocho meses acompaña a Nicolás Rivero en su marca A New Cross, donde crea piezas minimalistas y funcionales.
Patronista Edilfonzo Cañón. Foto: Alejandro Annicharico
Su trabajo con el joven bogotano ha sido como una escuela constante porque practican “el patronaje experimental”, es decir, los diseños y moldes que se plantean a diario no existen, deben ser creados de cero. Por eso también gozó con el maestro japonés como un niño: “Shingo Sato nos abre la mente para aplicar técnicas de miles de formas y en muchas cosas. Voy a crear una manga sin costuras, en una espiral”.
Henry Quique
Trabaja con el diseñador: Jorge Duque
Encantado con los obsequios que le da la vida. Un hombre espontáneo y francamente divertido. Su título de patronista proviene únicamente de su arduo trabajo, es completamente autodidacta.
Patronista Henry Quique. Foto: Alejandro Annicharico
Luego de diez años al lado del afamado diseñador paisa Jorge Duque, ganador de la primera temporada del reality Project Runway, enfatiza en el amor que siente por la moda, en el gran equipo que hace con Jorge, a quien considera casi un hermano, y en que disfruta diariamente ejercer su profesión. Se describe como un hombre agradecido con la vida y con quienes le han dado la oportunidad de participar en Maestros Patronistas. “Esto ha sido uno de los regalos más maravillosos que me ha dado la vida. ¡Qué rico que se interesen por los que estamos escondidos en el taller! Yo pensaba que lo había visto todo hasta que conocí a Shingo”.
Luz Dary Uribe
Trabaja con la diseñadora: Isabel Henao
En la constante búsqueda de aprendizaje, Luz Dary ha respirado toda su vida a través del espacio entre carretes, hilos y bobinas. Con absoluta convicción estudió Diseño de Modas, y poco a poco se fue especializando en el arte del patronaje. Ella es una de esas mujeres que aplica en su trabajo la precisión digna de los denominados “arquitectos de la moda”. Traza en papel, y sobre metros de tela, lo que antes era un simple espejismo.
Patronista Luz Dary Uribe. Foto: Alejandro Annicharico
Clara Murcia
Trabaja con la diseñadora: Olga Piedrahíta
El arte y las vivencias han perfeccionado su técnica. Clara es de esas personas que creció jugando con retazos de tela y escuchando el pedal de la máquina de coser como banda sonora del hogar. Sus tías hacían vestidos y cultivaron en ella el interés por obtener esa valiosísima capacidad de crear, con agujas e hilos, prendas extraordinarias.
Patronista Clara Murcia. Foto: Alejandro Annicharico
Gloria Rodríguez
Trabaja con la diseñadora: María Luisa Ortiz
Aprovecha las oportunidades que le da la vida para crecer, ser feliz y hacer feliz a los demás. Gloria Rodríguez es una experimentada patronista con más de diez años en el oficio. El amor la llevó ciegamente y sin previo aviso al complejo mundo de los hilos y las agujas. Su esposo, un diestro sastre, le mostró detalladamente lo maravilloso del arte de confeccionar, y sobre todo la fortuna de tener la capacidad de crear piezas hermosas y exclusivas a partir de un diseño en papel.
Patronista Gloria Rodríguez. Foto: Alejandro Annicharico
Eduvino Moreno
Trabaja con la diseñadora: Laura Laurens
Lo que vemos mientras crecemos definitivamente marca nuestro carácter y eventualmente influencia nuestras decisiones de vida. Eduvino se enamoró de este oficio por estar rodeado de tijeras y telas, que eran utilizadas como herramientas de trabajo por sus hermanos. Pidió que le enseñaran todo lo que sabían, y más adelante atendió a cursos particulares que le permitieron perfeccionar sus habilidades.
Patronista Eduvino Moreno. Foto: Alejandro Annicharico
Juliet Novoa
Trabaja con la diseñadora: Kika Vargas
Si abrimos bien los ojos aprenderemos algo nuevo todos los días. Esta sentencia definiría a Juliet: despierta y curiosa. Nadie creería, al ver su mirada y radiante juventud, que tenga más de diez años de experiencia en el sector.
Al crecer junto a una madre modista, cortar telas para convertirlas en suntuosos vestidos y majestuosas chaquetas pareció un camino seguro para recorrer. Estudió Diseño y Mercadeo de la Moda, y las largas horas de trabajo fueron enfocando su talento hacia la construcción de innovadores patrones, que hoy hacen posible que acompañe a Kika Vargas en su taller.
Patronista Juliet Nova. Foto: Alejandro Annicharico
Juliet es quien hace realidad las ilusiones de la diseñadora bogotana, con quien considera existe una gran conexión que les ha permitido construir juntas la marca desde sus inicios. Saber interpretar las ideas e intenciones del diseñador es una de las tantas aptitudes que debe tener su equipo. Y eso mismo siente que aprendió del maestro Shingo Sato: “Después de diez años de trabajo descubrí cosas nuevas. Entendí que hay muchas formas de interpretar y de construir diseños. Siempre hay tela para cortar. Fue maravilloso”.
Hernando Wilches
Trabaja con los diseñadores: Leal Daccarett
Un patronista fiel a la técnica y riguroso con los detalles. Hernando es hijo de un hombre que dedicó su vida a la sastrería formal, que le inculcó desde muy temprano el amor por el oficio y que le heredó su destreza y formación. Siguió los pasos de su papá, en cuanto a su disciplina y meticulosa práctica, pero abrió su campo de acción explorando la confección de prendas femeninas. Hoy forma parte del equipo de la sofisticada casa de modas colombiana Leal Daccarett y es, como lo describe Karen Daccarett, “de los patronistas que ya no quedan”.
Patronista Hernando Wilches. Foto: Alejandro Annicharico
Un hombre de su carácter y preparación siempre tiene espacio para algo nuevo y permite con regocijo que la vida lo sorprenda. Con el mismo talante disfrutó de la experiencia con el maestro Shingo Sato: “Fue maravilloso. Él fue el que lo creó todo. No importa el correcorre entre el taller y las clases, porque ha sido una experiencia inolvidable”.
Angélica Rodríguez
Trabaja con la marca: Suki Cohen
Una joven observadora y sedienta de novedad. Angélica es diseñadora, especializada en moda infantil, pero como algunas veces sucede, el destino se atravesó y decidió por ella cuál camino debía tomar.
En lugar de estar haciendo patrones pequeños para niños, hoy es la persona responsable de que todo el deslumbrante repertorio de prendas de lencería que ofrece Suki Cohen sea perfecto y deseado por miles de mujeres alrededor del mundo.
Patronista Angélica Torres. Foto: Alejandro Annicharico
Esos famosos tops, repletos de tiras que se entrecruzan y que han legado al exterior una prenda que se consideraba íntima y secreta, son una realidad gracias a esta talentosa mujer. Al preguntarle por su oficio y por el proyecto de Maestros Patronistas, Angélica dice: “Me gustan las cosas nuevas. Todos los días. Y esto que hemos vivido nos da la posibilidad de salirnos de la cotidianidad. Ha sido una experiencia maravillosa”.
Marta Elena Torres
Trabaja con las diseñadoras Manuela Álvarez y Olga Piedrahíta
El buen trabajo es una combinación de preparación, cariño y dedicación. Ver a su mamá sentada cosiendo los vestidos para celebrar la Navidad es uno de los recuerdos más especiales que tiene Marta sobre su infancia. Sin que haya sido la tradición de su hogar, pero sí parte de sus momentos felices, esa labor manual se convirtió en su profesión.
Estudió Diseño de Modas, con un énfasis muy claro en patronaje industrial. Luego la vida la llevó al estudio de la diseñadora paisa Olga Piedrahíta, donde logró adaptar su minuciosa técnica a diseños fluidos y románticos.
Patronista Martha Elena Torres. Foto: Alejandro Annicharico
Diego Fernando Rico
Trabaja con el diseñador: Diego Guarnizo
Su vida entera transcurrió viendo a su papá cortar telas y confeccionar sastres perfectos, de allí que desarrollara su gusto por el patronaje desde muy niño. Cuando acompañaba a su padre a trabajar al taller de Diego Guarnizo, hace ya nueve años, mostró su interés, las ganas que tenía de aprender y su indiscutible talento, y así se convirtió inmediatamente en parte de este extraordinario equipo.
Sus días dependen de los libretos de televisión que Diego Guarnizo estudia y de los que extrae esos personajes alucinantes que luego inspiran escenas en lugares remotos y situados décadas atrás. Sus creaciones no solo son expuestas por espectaculares artistas, sino que también pueden ser vistas por cualquiera de nosotros en la televisión colombiana.
Patronista Diego Fernando Rico. Foto: Alejandro Annicharico
“Es la mejor recompensa ver el trabajo de uno en la televisión”, dice Diego. No hay límite para la creación de estos dos “Diegos”, que logran hacer realidad cualquier personaje y contar infinidad de historias. La experiencia con Shingo Sato fue parte de esta rutina de constante búsqueda por innovar: “Muy chévere este proyecto. Aprende uno cosas diferentes, cuando uno pensaba que ya todo lo sabía. Valió mucho la pena”.
Consuelo Campos
Trabaja con la diseñadora: Manuela Álvarez
Sonriente y perseverante. Así es la mujer que se encarga de hacer realidad las geniales y vanguardistas fantasías de la joven diseñadora Manuela Álvarez. Protagonista de una vida llena de altibajos, pero repleta de aprendizajes, esa es la historia de Consuelo y su afortunado tropiezo con la moda. Con un divorcio muy prematuro y un hijo en sus brazos, la máquina de coser se convirtió en su mejor amiga y en su fuente de sustento.
Patronista Consuelo Campos. Foto: Alejandro Annicharico
No deja pasar una instrucción sin registrarla en su mente ni convertirla en parte de su invaluable conocimiento y espectacular destreza. Hoy es considerada una experta en la creación de patrones a la medida y en la la confección de alucinantes prendas. Adora su profesión y desde este amor por el oficio nos cuenta sobre la semana en que trabajó al lado de Shingo Sato: “Esa experiencia lo llena a uno de expectativas. Ya no llego en las noches a ver televisión. Busco los videos de Shingo en Youtube y me pongo a seguir aprendiendo. El tiempo libre ahora es para él”.
Catalina Argüello
Trabaja con la diseñadora: Sylvia Andrade
Máquinas de coser y patrones de todo tipo decoraban su casa. Precisamente una casa donde el tema de conversación se centraba en esos trajes especiales que pedían los clientes día a día en el negocio familiar. Un padre sastre y una madre modista fueron el ejemplo de Catalina, quien hoy cursa octavo semestre de Diseño de Modas y que desde hace año y medio acompaña como patronista a la diseñadora Sylvia Andrade.
Esa tradición que corre por sus venas no solo le permite volver realidad prendas modernas y sofisticadas, sino que además define su forma de hablar sobre este hermoso oficio, pues sus palabras evidencian la satisfacción que siente por poder realizarlo y mantener el legado familiar. Al preguntarle por el taller recibido en LCI con Shingo Sato comenta alegre: “Esto es como un niño en una dulcería. Hemos aplicado técnicas que no conocíamos. El proyecto ha sido increíble. No tiene descripción. Es muy grande el impacto”.en en lostalleres de los más importantes diseñadores colombianos.
Patronista Catalina Argüello. Foto: Alejandro Annicharico