Tatiana Moreno Penagos, columnista invitada Fucsia

Estilo consciente

Por Tatiana Moreno Penagos

5/1/2023

Lo que verdaderamente se esconde detrás del estilo personal
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ESTILO + CONSCIENCIA ¿Cómo juntar 2 palabras que a simple vista parecen opuestas?

Cuando hablamos de estilo, a nuestra mente por lo general viene todo lo relacionado con vestuario, accesorios y forma de arreglarse de una persona; eso que muchos han categorizado como superficial, si se mira desde el lente exclusivo de la vanidad. Por otro lado, está la consciencia, y al pensar en esta palabra, lo místico, profundo, trascendental y con un sentido superior, invade los pensamientos; entonces ¿cómo es que hablamos de un ‘estilo consciente’? o ¿cómo es que podemos conjugar en un mismo concepto, estas dos palabras que en teoría son diametralmente opuestas?

Vamos paso a paso. Empecemos por entender qué significa realmente cada una de ellas:

Estilo: “conjunto de características que identifican a una persona, una tendencia artística, época, estética, género o autor.” Al llevar esta definición al campo de la imagen personal, hablamos entonces de todas esas características que identifican a una persona en su manera de expresarse y proyectarse al mundo, de ese conjunto de elementos que encierra la comunicación no verbal, como gestos, tono de voz, movimientos corporales, relación con el entorno, y por supuesto, estética, cuidado personal, ropa, complementos y accesorios. Y si a esto le sumamos la necesidad básica de reconocimiento del ser humano, el estilo entonces deja de ser algo meramente estético, simple y superficial, convirtiéndose en algo mucho más complejo, emocional y profundo. Se convierte en la proyección de nuestra esencia.

Conciencia: “facultad de reconocer la realidad”. Siendo así, una persona consciente es aquella que tiene conocimiento de su realidad o se da cuenta de ella, en especial de sus propios actos y de las consecuencias de estos.

Así entonces, si el estilo son los rasgos de mi esencia que uso para mostrarme al mundo, hacerlo de manera consciente, sería hacerlo teniendo pleno conocimiento de lo que realmente estoy proyectando. Entonces: ¿Lo que estoy mostrando a través de mi imagen externa realmente habla de la persona que soy, o es solo el “disfraz que me pongo” por miedo al “qué dirán”?, ¿Cómo y qué están percibiendo los demás de mí? y finalmente llegando a las consecuencias, ¿Cómo me hace pensar, sentir, relacionarme y actuar, esta manera de presentarme a los demás?

Es aquí donde nos encontramos diciendo: “es que no tengo nada que ponerme”, “nada de lo que tengo en mi armario me gusta/identifica”, “siento que todo lo que tengo es muy aburrido”, “me compré ese vestido divino que le vi a tal y cuando me lo puse se me veía fatal” o “a esa persona como que no le cuadra la ropa, como que con todo lo que se pone parece disfrazada” incluso, “es que esa camisa es cero yo”… ¿te identificas con alguna de estas frases?

Llegados a este punto, creo que ya todos estamos de acuerdo con que el estilo no es algo superficial, y que tomar conciencia de todo lo que él cuenta de nosotros; puede ser una herramienta de vida muy poderosa si logramos ver más allá y encontrar lo que hay detrás, pues es aquí donde, más allá de la necesidad de comprar un vestido nuevo, maquillarnos de una u otra manera, elegir ciertos estilismos o hacernos determinado tratamiento estético; encontramos los valores de la persona, sus creencias más arraigadas, tanto las limitantes como las potenciadoras, también encontramos sus motivaciones más puras y genuinas y, al mismo tiempo, sus necesidades y vulnerabilidades más profundas.

Suena un poco místico, lo sé, sin embargo, y por experiencia propia, puedo decir que el estilo y la imagen personal pueden ser una gran herramienta de autoconocimiento.

Releyendo cada una de mis palabras, quizá sean muchas más las preguntas e interrogantes que dejo, que las respuestas que quedan después de esta columna. Sin embargo, lo que sí quiero que quede claro (y esto es algo que difiere con la teoría de la asesoría de imagen tradicional, que por lo general busca tapar, disimular o armonizar, escondiendo una parte de la persona), es que cuando hablamos de lograr tener un ‘estilo consciente’ estamos hablando de un estilo integrador que se muestra completo y gestionado sin necesidad de tapar, porque solo así podremos llegar a encontrar esa receta personal y auténtica, para mostrarnos de forma libre, motivadora y con sentido; pero, sobre todo, proyectarnos al mundo de manera que lo que se vea sea nuestra ‘imagen real’.

Sobre mí

Soy una mujer que ama los nuevos retos, apasionada de la moda, la belleza y la estética conscientes, que cree profundamente en ellas como expresión y generadoras de bienestar cuando son coherentes. Diseñadora de vestuario de la UPB, Fashion Stylist del IED ModaLab en Milano, con estudios en Psicología de la Imagen y certificación como Experta en Coaching de Imagen.

Actualmente y durante más de 12 años, he trabajado con distintas empresas como speaker a través de cursos y talleres o en sesiones personalizadas para sus empleados, en experiencias para clientes VIP de diferentes marcas, al igual que como stylist, personal shopper y coach de imagen para personas naturales.

*Las opiniones dadas por Tatiana Moreno no representan la opinión de la revista Fucsia

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